Un niño seguro de si mismo será un adulto feliz
Un niño seguro de sí mismo será un niño feliz. Y tendrá herramientas para llegar donde él quiera en el futuro. Todo lo que digas de él delante suyo influirá en la visión que tu hijo tendrá de sí mismo. Los demás somos el espejo en el que él se mira y se mide y debemos ofrecerles el reflejo de su lado positivo por lo que debemos corregir las actitudes y comportamientos que no sean correctos, pero siempre potenciando su lado “bueno”.
A menudo, los padres proyectamos en los niños nuestras ilusiones y frustraciones, queremos que hagan todo aquello que nosotros hicimos o todo aquello que nos hubiera gustado hacer. Sin atender a las necesidades de nuestros hijos, sin pensar si es lo que ellos quieren hacer y si es lo que les hace felices.
No se trata de decirle a tu hij@ que es fantástic@, que todo lo hace bien y que crea en él. Se trata de reforzar sus cualidades y ayudar a mejorar sus defectos.
Los errores más comunes
Un error muy común, es apuntar únicamente al niño a clases extraescolares de las asignaturas que más le fallan, para reforzar lo que le cuesta. Si es necesario para que logre mejorar y pueda seguir el ritmo del resto de niños de la clase, está bien ayudarle con refuerzo fuera de la escuela. Pero también deberían ocupar su tiempo libre en cosas que les gustan y se les den bien.
Es posible que algún día salgan con la autoestima muy baja: por ejemplo, si en el colegio no han entendido lo que el profesor explicaba o sus notas no han sido tan buenas como esperaban, si no han hecho el dibujo tan bien como su compañero o no han hecho el ejercicio de gimnasia como los demás. Puede que piensen que no son tan buenos como el resto. Que no tienen memoria, que no son listos, que no son ágiles, que no podrán conseguirlo.
Por eso es importante que en su tiempo libre puedan realizar alguna actividad que les guste, que se sientas cómodos, que se sientan realizados y que crean que les sale como a ellos les gusta. Así verán que aunque no se les dé bien una materia en la escuela hay otras cosas que sí se les puede dar bien, quizás hasta mejor que a otros.
Maneras de ayudarlos
Como padres, debemos ayudarles a mejorar, y hay varias formas de hacerlo.
- Elogiar sus esfuerzos y logros, sus cualidades y dones.
- Enseñarles a esforzarse para conseguir algo, a no rendirse y luchar por sus sueños.
- Motivándoles a sean emprendedores, que tengan iniciativa
- Enseñándoles a resolver conflictos, es importante que sepan defender su posición a la vez que escuchar la de los demás, sin alterarse ni molestarse, siempre respetando al otro.
- Haciéndoles partícipes en los debates y reuniones sociales desde pequeños, no aunque sean pequeños su opinión se debe escuchar siempre.
- Enseñándoles a valorar todo cuanto hay a su alrededor. Tanto a las personas como a las cosas. Para tener a un amigo durante mucho tiempo lo has de cuidar siempre. Y las cosas tienen un valor, han costado un esfuerzo y deben cuidarse también.
- Incentivando a que se marque sus propios retos, no los que a nosotros nos gustaría. Una vez sepa a qué le gustaría llegar, es posible que como adulto debamos guiarle para conseguirle, pero siempre dejando que él tome decisiones, si lo hacemos nosotros por él dependerá de nosotros y en el futuro no tendrá herramientas y seguridad para hacerlo solo.
- Aportando conocimientos y experiencias, a los niños les gusta escuchar viejas historias, a la mayoría se les puede dar la vuelta para que tengan moraleja y tengan un valor añadido.
- Animándoles a que no se rindan nunca, si creen que no pueden con algo, podemos buscar otro camino con ellos. Un niño con recursos podrá salir de cualquier situación.
- Lo más importante de todo es hablar siempre de forma positiva. En lugar de decir lo que no queremos que hagan debemos expresar lo que sí queremos que hagan. Sino acabarán quedándose con la imagen negativa de lo que no queremos en lugar de la positiva.
Muchas veces, el niño no está haciendo nada mal, simplemente no está cumpliendo con las expectativas que los padres tenemos de ellos. Si los padres proyectamos en el niño lo que nos gustaría que hiciera, el niño no puede ser él mismo: a veces tiene una lucha entre lo que le gustaría ser y lo que ha de ser para gustar a sus padres.
Así que dejemos volar a nuestros pequeños y desarrollarse libremente, siempre con nuestro apoyo.
-0 Comentario-