Pros y contras de las tareas escolares
El pasado octubre saltaba la noticia: Francia planteaba eliminar por ley los deberes. De inmediato, este debate llegó a España, en cuyo Parlamento se ha cuestionado si es necesaria una ley para limitar las tareas escolares de los niños. Pero ¿qué pros y contras tiene estudiar después del cole? En este post intentamos conocer ambas posturas.
¿Cuáles son las ventajas pedagógicas de los deberes?
- Afianzar conocimientos: Si el niño realiza ejercicios de forma habitual en casa afianza mejor los conocimientos adquiridos en clase. Trabajando de forma habitual un ratito en casa el niño logra una autonomía y un hábito de aprendizaje. Los deberes son positivos ya que suelen ser actividades acordes al nivel educativo y la edad del niño, pero puedes perjudicar su rendimiento académico si le ayudas demasiado y haces su trabajo o intentas que no los haga. Tu ayuda debe ir más orientada a crear las condiciones óptimas de motivación y ayudar solo cuando tiene dudas
- Profundizar en las materias: Además, gracias a los deberes, el niño también profundiza más en las distintas materias y descubre cuáles son las que más le gustan, aprende a superar retos diarios y se ve obligado a buscar soluciones si desconoce algo. En definitiva, el niño también descubre su propio talento y se ejercita en solucionar problemas.
- Comprensión lectora: Los deberes son esenciales para que el niño desarrolle su comprensión lectora y tenga una mayor riqueza de vocabulario. No es suficiente con aprender a leer para tener esta competencia lingüística: es esencial que el niño lea en casa, tanto libros de texto como de lectura, para que entienda lo que lea y llegue a asimilar bien los conocimientos y que estos no se le olviden.
Las tareas escolares no tienen por qué ser una tortura: si el niño ve que puede aplicar lo aprendido y que es capaz de hacerlas con éxito, se sentirá gratificado. Si además lo felicitas, ¡la alegría será total!
¿Y cuáles son las desventajas?
- Suponen una dificultad para la conciliación laboral y familiar: debido a la diferencia de horario que existe entre la jornada de trabajo y la del colegio muchos padres no pueden acompañar a los niños en sus deberes. Es posible que cuando los padres lleguen a casa sea tarde y que los deberes se acaben haciendo a última hora de la jornada, cuando los niños ya están cansados.
- Posible foco de discusión: El rato dedicado a los deberes roba espacio al tiempo para jugar u otras actividades propias de la infancia. También puede ocurrir que los deberes se convierten en foco de discusión familiar cuando el niño no termina sus tareas y llega la hora de cenar.
- Sobrecarga de tareas: A veces, la sobrecarga de tareas es evidente y los niños se ven obligados a gestionar agendas que se asemejan a las de los adultos.
- Diferencias entre profesores y padres: La principal desventaja de la polémica en torno a la utilidad de los deberes es que se crea una fricción entre padres y profesores. Por una parte, los docentes no se sienten apoyados en su tarea pedagógica y, por otra, los padres sienten que el tiempo de deberes resta calidad a la vida familiar. Esta situación repercute en una mayor confusión del niño, que ve como sus educadores se enzarzan en discusiones y no sabe bien a cuál de los dos obedecer.
Estos inconvenientes pueden producir un estrés innecesario en el niño, que al percibir los deberes como inabarcables, los toman como algo negativo y frustrante.
La clave está en el equilibrio
Llegar a una conclusión no es fácil y requiere de la responsabilidad de todas las partes implicadas. Pero hay varias cosas que creemos que se han de tener en cuenta si queremos que los deberes sean funcionales, divertidos y educativos.
- No debemos desautorizar al profesor o a la escuela, ya que son quienes se encargan de educar a nuestros hijos y debemos ir todos en la misma dirección. Si creemos que tienen una carga excesiva es mejor hablar con el profesor de forma particular para tratar el tema.
- Es importante que cuando salen de la escuela hagan alguna actividad lúdica algún día de la semana, para que desarrollen otras cualidades, se distraigan y no se aburran solo con los estudios.
- El rato dedicado a los deberes no puede ser desde que llegan del colegio hasta que cenan. Si están tanto tiempo haciendo lo mismo acaban perdiendo la concentración y el interés.
- Si quieres que cojan el gusto por la lectura, debes ayudarles al principio, leyendo con ellos y buscando libros que sean de temas de su interés, da igual el tema, lo importante es que lea, entienda lo que lee, se fije en la ortografía…
- Si el niño tiene algún tipo de dificultad en el aprendizaje de la escuela, ya sea por dislexia, hiperactividad o cualquier otro trastorno, es muy probable que al salir de la escuela necesite un refuerzo con un especialista. Para el niño supone un esfuerzo adicional al del resto de niños, por lo que no es bueno sobrecargar con deberes en estos casos.
A nosotros nos encantaría conocer tu opinión al respecto. ¿Te animas a dejarnos un comentario con tu experiencia en este post?
-5 Comentarios-
para mi los deberes no son necesarios porque si los niñ@s ya estudian en el colegio no les hace falta hacer loa deberes
De hecho las tareas solo tienen una funcion: Reforzar lo aprendido en clase, pero los maestros se estan pasando definitivamente. (¿acaso los maestros piensan que no tenemos nada mejor que hacer?)
HE ESTADO 24/7 HACIENDO TAREAS (mis descansos son al dormir y comer), ME ARDEN LOS OJOS DE TANTO ESTAR CON LA PC, ME LA PASADO HACIENDO TAREAS Y AUN ASI TENGO TRABAJOS ATRASADOS. YA NO AGUANTO… INCLUSO HE ESTADO A NADA DE GRITARLE A MI PROPIA MADRE
esta cuarentena ya no me gusto solo por las tareas 🙁
Real. Yo en esta cuarentena e estado super frustrada con la tarea y encima de todo estoy aquí para encontrar un alguna razón buena por la que mandan tarea para hacer un trabajo ya que no puedo sacar una conclusión propia, la verdad es que entiendo que sea para reforzar, pero no hace falta mandar tanta .
ME GUSTA HACER TAREA 🙂 jsjs
Hola amigos, en 1997 inicié mi carrera como docente de niños del sexto de básica, no tenían el hábito de hacer tareas en casa, y por mi parte nunca estubo en mis planes enviar tareas a casa, el tiempo que permanecìan en la escuela era muy bién aprovechado, las primeras horas a desarrollar ejercicios mecànicos de matemática y luego los de razonamiento lógico matemático, el resto de la jornada con materias de relleno en donde el aprendizaje era: jugando, dibujando, pintando, ensuciàndonos. Recuerdo habìa un programa de TV. que les gustaba mucho (las esferas del Dragón) les pedía que en casa vean la serie y al otro día comentaban en la clase, generando verdaderos debates, como vi que se interesaban mucho en aquello, les pedi que mejor me lo trajeran por escrito, y para mi sorpresa al otro día me traían planas completas sobre la serie televisiba, lo cual mejoró: Escritura, lectura expresión oral Pienso que la labor de un docente es hacer que los niños se enamoren de la escuela, que encuentren en ella un verdadero refugio de paz, creatibidad, confianza y sobre todo un lugar donde puedan expresar libremente sus opiniones, las mismas que serán respetadas,.Con esta experiencia no creo en los deberes como carga extra para cubrir las deficiencias de la clase.